O lo uno o lo otro by Elif Batuman

O lo uno o lo otro by Elif Batuman

autor:Elif Batuman [Batuman, Elif]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2022-10-01T00:00:00+00:00


* * *

—Al final ha sucedido —dijo Svetlana—. He hecho el amor con Matt. Y después he pensado: Hoy he dado este importante paso en mi vida. Pero ¿en qué sentido es físicamente distinto de si ayer me hubiera metido un plátano?

En el comedor habían recibido un cargamento especialmente abundante de plátanos todavía verdes. Rígidos y de color verdoso, eran muy curvados en una punta y menos curvados en la otra, lo cual les daba un aspecto de mandíbula sonriente. Yo elegí sin dudarlo una manzana. Pero Svetlana había cogido un plátano, que ahora sostenía en la mano.

—Es literalmente lo mismo —dijo.

Observé el plátano y calculé su grosor, unas seis veces más voluminoso que el de un tampón. Y, sin embargo, Svetlana no era el tipo de persona que utilizara «literalmente» para decir «metafóricamente».

Como de costumbre, parecía saber lo que yo estaba pensando.

—Resulta que Matt la tiene muy gruesa —dijo, con un tono que combinaba exasperación, humor y orgullo.

—Pero como… —Miré (me pareció que de un modo elocuente) el plátano.

—Lo sé, me llevé una sorpresa. Es curioso lo difícil que es saber de qué tamaño la va a tener un tío.

—Pero tú cómo… Cómo ha…

—Bueno, fue muy doloroso, sobre todo la primera penetración. Pero después de dos o tres veces, básicamente entra. No te parece que vaya a ser posible, pero es obvio que la capacidad de tu cuerpo es mayor que la percepción que tú tienes de él. Quiero decir que la circunferencia de la cabeza de un bebé mide treinta y cinco centímetros.

Sentí una sacudida de angustia.

Svetlana me preguntó si me parecía que tenía un aspecto diferente. Así era. La cara se le había suavizado y redondeado. Llevaba un cárdigan blanco que no reconocí, y ahora el blanco parecía adquirir un significado distinto que antes.

Svetlana me comentó que el sexo era diferente de lo que te esperabas, difícil de descifrar. Era algo que no podías imaginarte por anticipado y sin duda, como todo lo demás, iba a requerir práctica. Lo único que era ya de entrada excitante y gratificante era poder ver el deseo de Matt, tener la clara evidencia de que te deseaban.

—Como mujer, puedes ocultar el deseo que te despierta otra persona, o ser tú misma inconsciente de él —me explicó. Me sentí confundida. ¿Los hombres no se ocultaban también a sí mismos y les ocultaban a los demás sus deseos?—. Pero para un chico es diferente —continuó—, porque su deseo toma la forma de una realidad muy visual y tangible.

Entonces entendí que estaba hablando de una erección.

«Deseo» era muy metafórico y vago, mientras que una erección era algo muy literal y específico. ¿El deseo era en realidad eso: lo que se concretaba en una erección?

Como si se hubieran coordinado, Gavriil me contó que había hecho el amor con Katie. Le parecía que se le daba bien esto del sexo, pero le preocupaba no tener la confirmación, y le producía inquietud no saber si el sexo tenía más misterio para las mujeres que para los hombres.

—¿Qué quieres decir? —le pregunté.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.